En este marco, medios nacionales afirmaron que el Sumo Pontífice desmintió que un hipotético viaje al país esté vinculado a las próximas elecciones. «Mi visita a la Argentina no depende del triunfo de ningún partido o derrota», aseguró. «Nada me condiciona para decidir», afirmó.
Además, habló sobre quienes desde Argentina fomentan la visita sin su autorización: «Me siento muy incómodo con los curas que pasean por los medios hablando en mi nombre».
Cabe resaltar que, desde su elección en 2013, Jorge Mario Bergoglio nunca ha visitado Argentina y en la última década el plan de volver se convirtió en un tema recurrente.
Para explicarlo, muchos en el Vaticano argumentan que el Papa quería evitar dar la impresión de «privilegiar» a su país poniéndolo a la cabeza de la lista de viajes cuando se había marcado como objetivo dar prioridad a las «periferias del mundo».
El último paso formal que hubo hacia un posible viaje del Bergoglio fue la invitación que le envió la Conferencia Episcopal Argentina luego de la 123° Asamblea Plenaria. La carta fue firmada por su presidente, Monseñor Oscar Ojea, a la que adhirieron todos los obispos.
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