Bayern Múnich, campeón defensor de la Bundesliga, se despidió inesperadamente en dieciseisavos de final de la Copa de Alemania al perder en tiempo de descuento con Sarrebruck, un humilde equipo que compite en la Tercera División local y en la que se encuentra en los últimos puestos de la tabla. La caída del gigante teutón generó repercusiones y el nombre del entrenador Thomas Tuchel fue tendencia mundial durante un par de horas.
Thomas Muller abrió el marcador para Bayern Múnich, pero Patrick Sontheimer empató en el tercer minuto agregado de la etapa inicial y Marcel Gaus selló el agónico triunfo del Sarrebruck en el sexto minuto adicionado del complemento. La locura entonces se desató en el estadio del elenco más humilde, que fue local.
Hacía 23 años que Bayern Múnich no perdía en la Copa de Alemania con un equipo que milita en la Tercera o la Cuarta categoría del fútbol local, pues en 2000 cayó con Magdeburgo, mientras que en enero del año siguiente fue derrotado por Kiel, de la Bundesliga 2.
«No fuimos arrogantes ni nos lo tomamos a la ligera. Hay 100 explicaciones para dar o ninguna. Se siente extraño perder de esta manera. Todos los que dicen que tenemos que ganar aquí tienen razón. No hay una explicación inteligente, estamos muy decepcionados”, explicó Tuchel tras la caída. Una aclaración: el Bayern jugó con un mix de titulares y suplentes.
«Esto es simplemente inaceptable. No entiendo cómo se puede hacer una primera parte tan mala. Sin coraje, sin velocidad, sin agresividad, no se puede competir así. La decepción es enorme», fue el duro análisis de Christoph Freund, nuevo director deportivo del Bayern Munich.