19.9 C
Resistencia
InicioEspectáculosDemián Rugna, el argentino que hace temblar de miedo a los espectadores...

Demián Rugna, el argentino que hace temblar de miedo a los espectadores de los Estados Unidos

El joven director de cine Demián Rugna todavía no termina de creer que con Cuando acecha la maldad, su quinto filme, se haya convertido en el primer latinoamericano en ganar el premio a la Mejor Película en el tradicional Festival de Cine de Sitges.

También conocido como Festival Internacional de Cine de Cataluña, es uno de los principales eventos cinematográficos de Europa y es el primero dedicado al cine fantástico del mundo. Fundado en 1968, se celebra a principios de octubre y se lleva a cabo en la villa costera de Sitges, por donde han pasado los referentes de un género que tiene cada vez mayor cantidad de seguidores en las pantallas y las plataformas.

La galardonada película, que verá la luz en nuestro país el jueves 9 de noviembre, acaba de estrenarse en 650 cines de los Estados Unidos y ha sido alabada por directores como James Cameron (Titanic, Avatar) y Scott Derrickson (Doctor Strange, El teléfono negro).

Cuenta la historia de dos hermanos que intentan evitar que el demonio, encarnado en el cuerpo de un hombre, deje su rastro de maldad en un pueblo rural. En su elenco figuran Ezequiel Rodríguez, Demián Salomón, Silvina Sabater y Luis Ziembrowski, entre otros actores.

Rugna, de 44 años, nació en Haedo y debe su nombre a la exitosa novela Demian, de Herman Hesse, autor a quien sus padres admiraban. Desde chico se sintió atraído por el terror y siempre tuvo la ilusión de llegar a dirigir sus propios filmes.

Luego de varios cortometrajes, estrenó La última entrada, ¡Malditos sean! (codirigido con Fabián Forte), No sabés con quién estás hablando y Aterrados, película que hasta hace poco integró el catálogo de Netflix.

Demián Rugna se anima a jugar con los cuernitos. El cine de terror es su especialidad. Foto: Ariel GrinbergDemián Rugna se anima a jugar con los cuernitos. El cine de terror es su especialidad. Foto: Ariel GrinbergEn 2022 participó de una antología llamada Hispanos satánicos, que reúne los trabajos fílmicos de cinco cineastas latinos.

El placer de sentir miedo

-¿Por qué tiene tantos adeptos el cine de terror? ¿Por qué nos gusta asustarnos?

-Creo que nos pone en un lugar especial, porque en nuestra vida común sería muy difícil que llegásemos a tener el tipo de experiencias que se viven en el cine. Y desde la comodidad de nuestra casa, o en una sala, si queremos, podemos salir fácilmente de lo cotidiano para entrar en otra dimensión. En el fondo, estamos protegidos.

Nos introduce en una experiencia de horror, de mucha intensidad, aunque estamos a resguardo. También tiene que ver con la curiosidad a lo desconocido y a la muerte. Por todo esto creo que este tipo de temáticas es interesante para la gente. Para mí, sobre todo, es porque nos crea la posibilidad de navegar en mares que en tu vida normal nunca navegarías.

-¿El espectador acepta el código sabiendo que todo es efecto especial y maquillaje?

-Bueno, siempre que haya una buena historia para contar, te vas a olvidar de que estás viendo un artificio. Si hay una historia que te invita a involucrarte con los personajes, la creés y generás empatía, aceptás viajar con el personaje protagónico y consentís que lo efectista no sea lo más importante.

-¿Desde chico te gusta el género de terror?

-Desde muy chico. Jugaba con mis muñecos GI Joe en mi casa. Tenían armas y entonces se mataban entre ellos. Creaba historias y siempre quería que fueran cada vez más realistas. Lo que hacía era comprar témpera roja y fabricaba mi sangre. Tenía mis frasquitos, manchaba los muñecos y hacía películas imaginarias. Eso me llevó a dirigir la atención al género de terror y a las películas que miraba de chiquito.

Empecé a los 8 años con la serie V, invasión extraterrestre que afectó toda mi infancia porque era muy fanático y la trama tenía su parte terrorífica. También dibujaba historietas. Veía películas como Alien o Tiburón y las dibujaba en historietas y al final de cada una escribía: dirigida por Demián. Cuando me salían más o menos bien, les entregaba algún Oscar. Tenía una que ganó 24. Jugaba con eso.

-¿Hasta ahí sólo eran dibujos?

-Sí, tenía 10 años. Eso me llevó a querer contar cuentos de terror y terminé en esto, después de cinco películas y media.

En Sitges. El actor Ezequiel Agustín junto a Demián Rugna. La película fue la primer latinoamericana en triunfar en ese festival dedicado al cine fantástico. Foto: EFE ,En Sitges. El actor Ezequiel Agustín junto a Demián Rugna. La película fue la primer latinoamericana en triunfar en ese festival dedicado al cine fantástico. Foto: EFE ,

El psicopedagogo que le dio la razón

-¿Qué decían tus padres cuando veían lo que hacías?

Me mandaron a un psicopedagogo porque claro, mis cómics tenían mucha violencia, mucha sangre y sexo, porque veía películas de terror que lo tenían y yo las calcaba igual. Me llevaron, hice terapia dos años y la terapeuta le dijo a mi mamá que era perfecto lo que hacía, porque canalizaba la violencia a través de los dibujos. Uno sublima con el arte lo que absorbe de afuera.

-¿Esa pasión por el dibujo te llevó a hacer tus propios storyboards antes de filmar?

-Lo hago, pero son un desastre porque no le brindo mucho tiempo. Quería dedicarme a hacer story-board para películas y eso me llevó a estudiar imagen y sonido en la Universidad de Morón. Quería dibujar, ser historietista, pero también me di cuenta de que me iba a morir de hambre. No quiere decir que con el cine me vaya mejor, ese es otro tema aparte…

-¿A quiénes admirás o tenés como referentes del género?

-De acá tengo muchísimos colegas y amigos que admiro, como Fabián Forte, Gonzalo Calzada, Pablo Parés, por citar sólo algunos. De afuera: John Carpenter, Sam Raimi, Guillermo del Toro, Darío Argento. Obviamente que acá hay que remontarse a Narciso Ibáñez Menta, pero la tradición se cortó ahí.

Hubo 25 años en los que no se estrenó ninguna película de terror argentina en los cines. Me crié en los ’80 y son los que más admiro.

Demián Rugna estuvo a punto de dejar el cine, pero Demián Rugna estuvo a punto de dejar el cine, pero «Aterrados» lo rescató. Foto: Ariel Grinberg -¿Es como una especie de revancha para el cine local haber estrenado tu última película en tantos cines de los Estados Unidos?

-Mirá, cuando estrené Aterrados (su anterior filme) era una peli de terror más que se lograba proyectar en el Gaumont. Cuando colgamos el trailer en las redes, el primer comentario fue: “Seguramente es mala porque es Argentina”. Capturé esa imagen e hicimos la avant premiere con esa frase en la pantalla antes de que la gente se sentara en la sala.

Tenés que enfrentar el preconcepto del público, el descreimiento, creer que porque sos argentino y filmas acá lo vas a hacer mal. De ahí a pasar a ganar Sitges, es como decir: “Bueno, tenía razón, venía por acá el tema” (risas).

-¿Existe un boom del cine de terror local?

-Creo que estamos pudiendo conectar con el público, pudiendo llegar al público que diez años atrás, capaz, no alcanzabas ni loco. Hay un boom, seguro, en toda Latinoamérica. Le están yendo muy bien a las películas latinas, también de terror. Hay muchos cineastas filmando en Hollywood que son latinos.

Creo que cada cosita hace que ese boom sea más fuerte. Es una sumatoria de varias cosas a lo largo de los años. Hay muchos cineastas independientes que quieren hacer este tipo de cine y vienen empujando hace bastante también.

-Supongo que no debe ser fácil filmar en la Argentina, ¿alguna vez pensaste en abandonar todo y tirar la toalla?

-¡Tiré la toalla! Hice una peli llamada No sabes con quién estás hablando, que para mí es la mejor hasta hoy. Pero no pasó nada, a la gente que la vio, le encanta, pero nunca se vendió. Es mi tercera peli, una comedia negra. No tuve suerte.

Pensé que no íbamos a poder seguir filmando, porque no la vendimos. Entonces, fue una frustración muy grande y me puse a pensar a qué me podía dedicar. Lo digo en serio. Me largué a importar muñecos articulados de China para dibujantes. Soy un laburante más y hay que pagar las cuentas como todo el mundo. Justo ahí se estrenó Aterrados, empezó a irle bien y me cambió la vida. Esa es la realidad.

Demián Rugna y Guillermo del Toro, quien le compró el guion de Demián Rugna y Guillermo del Toro, quien le compró el guion de «Aterrados». Por la pandemia, el argentino no pudo filmar la remake, que se hará con otro equipo. -¿Guillermo del Toro se interesó en esa película?

-Exacto, compró los derechos de la historia para hacer la remake conmigo como director, pero llegó la pandemia y aplazó todos los proyectos del estudio y hubo que cancelar los contratos. Se va a hacer con otros productores, a la brevedad.

-¿Te gustaría hacer una serie en capítulos unitarios?

-Me encantaría. Si me dan la libertad que pude tener con esta película, sí, la haría. Pero hacer una serie en la que me pongan condiciones, esto sí, esto no, ahí ya no. Me acabo de bajar de una película muy grande por eso.

-¿Te preocupa el futuro del Instituto Nacional de Cine?

-Me preocupa mucho el destino del INCAA y de la cultura en general en la Argentina. Mis últimas dos películas no hubiesen existido sin el Instituto. Yo necesité siempre tener apoyo. Sin el Instituto y su apoyo tenés menos chances. Aterrados es un proyecto que ganó un concurso del INCAA. Sin ese apoyo continuaría vendiendo muñecos.

En rodaje. Demián Rugna, durante la filmación de En rodaje. Demián Rugna, durante la filmación de «Cuando acecha la maldad».-¿Se puede vivir dirigiendo?

-Se puede, pero es muy difícil. Es una carrera muy frustrante, porque dependés de una industria y siempre tenés que estar lidiando, porque para hacer una película hay que juntar mucho dinero. Es algo artístico que nos cuesta mucho.

-Te veo una persona sumamente tranquila y pausada, ¿seguís manteniéndote así en la locura de un rodaje?

-Sí, es muy personal lo que me pasa. Sufro mucho internamente con los rodajes, no los disfruto, la verdad, porque el ambiente siempre es muy exigente. Hay mucha responsabilidad y este tipo de película tiene muchos desafíos técnicos. Pero si elegís bien los actores se te hace fácil.

MAS NOTICIAS
NOTICIAS RELACIONADAS