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El plazo fijo volvió a ser un gran negocio: la ganancia que deja el tradicional y por cuánto supera al UVA

El plazo fijo tradicional está en plena escalada, al compás de la fuerte suba de las tasas de interés aplicadas por el sistema financiero en las últimas semanas, tras el desarme de las LEFIs en poder de los bancos y de la cantidad enorme de pesos que quedaron «libres». Además, se ve favorecido por un contexto en que la inflación se mantiene estable y el precio del dólar retrocede en todo el mes.

Así, se transforma en el instrumento más ganador del mes, aunque, con la expectativa que las tasas comiencen a bajar, se proyecta cuánto puede llegar a rendir un depósito tradicional en los próximos meses y si será superado, o no, por las colocaciones UVA.

Desde el lado del plazo fijo tradicional minorista para personas físicas, se debe tener en cuenta que en tan solo un mes los bancos llegaron a aumentar hasta 14 puntos porcentuales su renta preestablecida. Es decir, hoy los bancos líderes pagan una tasa nominal anual (TNA) que se ubica en un rango, según cada entidad, de entre 35% a 44%. Es decir, propone una renta de entre 2,88% a 3,6% al mes.

El requisito que presenta este instrumento es que los fondos invertidos deben quedar encajados en el sistema bancario durante un período mínimo de 30 días.

En cambio, un plazo fijo UVA, que es el depósito que ajusta su rendimiento en base a esta variable que sigue al índice de precios al consumidor (IPC), se posiciona como cobertura frente a la inflación.

El inconveniente que tiene esta última alternativa de inversión es que requiere un tiempo de encaje de los fondos superior a los 90 días. Es decir, no se pueden retirar los pesos colocados durante tres meses, un lapso muy grande e impredecible para la Argentina, sobre todo en la previa a las elecciones legislativas de octubre que viene.

Más allá de esto, el plazo fijo UVA permite «precancelar» su constitución antes del periodo establecido, siempre que se haya cumplido un mínimo de 30 días de permanencia. Aunque se deberá tener en cuenta es que la tasa que se recibirá como «penalidad» a esa salida anticipada es muy baja: apenas 10% de TNA. O sea, se obtendrá tan solo un interés de 0,8% cada 30 días.

El otro inconveniente que presenta el plazo fijo UVA es que su rentabilidad está aminorando por el descenso de los últimos meses de la inflación, que en mayo pasado llegó a ser el registro más bajo de los últimos 5 años, tras tocar el 1,5%. Y que, en los meses posteriores se ubicó por debajo del 2% mensual.

Incluso, el miércoles pasado, el INDEC difundió que el índice de precios al consumidor (IPC) de julio fue de 1,9%.

Por ende, los plazos fijos tradicionales están ofreciendo una ganancia bastante más alta que la versión UVA, por lo que ahora el interrogante se ubica en cómo, en los próximos meses, puede evolucionar.

Y a ello se le suma el dato no menor que el precio del dólar desciende más de 4% en todo agosto, por lo que es un aliciente para «hacer» tasa en pesos.

El plazo fijo tradicional está superando de forma notoria a la variante UVA en el mes a mes.

Plazo fijo tradicional: cómo le irá frente al plazo fijo UVA

Para conocer cómo le irá en los próximos meses el plazo fijo tradicional y al plazo fijo UVA, se pueden mirar las proyecciones del mercado respecto a las tasas e inflación esperados.

«Los datos correspondientes a la primera quincena de agosto, prácticamente, auguran que se refuerza la tendencia esperada:  para lo que resta del año, los plazos fijos tradicionales le ganarán a los ajustados por la UVA pero, además, superarán al aumento de los precios al consumidor», sentencia Andrés Méndez, director de AMF Economía, a iProfesional.

Para agregar: «Estamos hablando de rendimientos reales positivos para el ahorrista tradicional, y esto es algo poco frecuente en los últimos años para un período corto. Algo que ocurre por la necesidad de mantener bajo control al tipo de cambio en niveles históricamente reducidos, que obliga a una política monetaria que propicie el ahorro en pesos de los argentinos».

En resumidas cuentas, a pesar que el argentino siempre tiene en la mira al dólar, transitoriamente, ahora el posicionamiento en pesos «resultará redituable para los ahorristas hasta fines de 2025, por lo menos», aclara Méndez.

En el mes a mes, según los pronósticos de los economistas, en un corto tiempo el plazo fijo tradicional seguiría siendo más redituable que la alternativa de depósito UVA.

  • En agosto, se estima que el plazo fijo tradicional brindará la renta mensual más alta, en torno al 3,3%, mientras que el plazo fijo UVA propone 1,68%, casi la mitad.
  • Para septiembre y octubre, se proyecta que el plazo fijo tradicional rinda 2,58%, mientras que el UVA, en base al acumulado de los 90 días previos, ofrecería en cada mes alrededor de 1,8%.
  • Y para noviembre y diciembre, los depósitos tradicionales se posicionarían en una renta en torno al 2,38% cada 30 días, mientras que el UVA se ubicaría en esos meses en una cifra cercana al 1,7% mensual.

«En este contexto, el plazo fijo UVA tiene poco que hacer, más allá de preservar el valor de compra de los ahorros, algo que no es poco para ahorristas acostumbrados a sufrir el deterioro real de sus tenencias. En tanto, los plazos fijos tradicionales serían redituales en términos reales», resume Méndez.

Ahorrista en plazo fijo, con mira en el dólar

Un dato concreto confirma esta tendencia de que los inversores están observando que el plazo fijo UVA no tiene un futuro inmediato destacado: en el último mes, redujeron sus tenencias en un 25% en este tipo de colocaciones, según los últimos datos del Banco Central. 

«Paralelamente, no adhieren a la fortaleza de rendimientos del plazo fijo tradicional, ya que en el último mes el stock permaneció por debajo de su crecimiento vegetativo. Es decir, se mantuvo el capital, pero retiraron los intereses, como símbolo inequívoco de desconfianza», advierte Méndez.

Es que el precio del dólar siempre se encuentra en el radar de los argentinos, sobre todo en un año electoral.

De acuerdo al último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), publicado por el Banco Central en base a una encuesta entre 40 economistas, existe un consenso sobre un aumento real del tipo los últimos meses del año.

«Un 25% de los participantes del REM espera una corrección promedio de 2,8% mensual para el período agosto a diciembre, porcentual que tornaría más redituable posicionarse en dólares, que disfrutar de los rendimientos extraordinarios del plazo fijo tradicional«, concluye Méndez a iProfesional.-

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