Alemania le ganó 2-0 a Dinamarca y se metió en los cuartos de final de la Eurocopa 2024 pero hubo un minuto del partido disputado en Dortmund que fue determinante para lo que vino después: el 3 del segundo tiempo, con el defensor danés Joachim Andersen como enorme protagonista.
El central pelilargo que se desempeña en el Crystal Palace de la Premier League gritó con todo el 1-0 para los daneses, corrió a la esquina, se puso el dedo en el oído mirando al público local, se abrazó con todos sus compañeros y creyó estar viviendo el momento soñado durante toda su carrera. Hasta que apareció el VAR.
La tecnología, empoderada e impiadosa, detectó una finísima posición adelantada con su herramienta «semiautomática» en la previa del zurdazo de Andersen, cuando su compañero Thomas Delaney recibía la pelota.
La repetición trazada con el software de alta gama permite ver que Delaney tiene apenas la punta del botín por delante de la línea del marcador germano.
El pobre Andersen no llegó a digerir la frustración de lo que pudo ser el momento más glorioso de su carrera en la selección, marcándole al país anfitrión en una Euro, que unos pocos segundos después volvió a ser clave, pero cerca de su arco.
El árbitro Michael Oliver, asistido por el VAR. Foto: REUTERS / Thilo Schmuelgen.El central de 28 años fue a defender una pelota a su área y cometió una mano, sancionada por el árbitro Michael Oliver también a instancias del VAR, que otra vez volvió a tener malas noticias para Dinamarca y buenas para los alemanes, que festejaron el 1-0 a través de Kai Havertz.
Ese gol terminó quebrando la confianza de Dinamarca, que se vino abajo y un rato más tarde terminó sufriendo el 2-0 señalado por Jamal Musiala. Ahora, Alemania espera por el ganador de España y Georgia, y el pobre Andersen ya arma la valija pensando en el regreso a casa.