Se terminó la gira, los aviones y las valijas. Se apagó la ilusión en Estados Unidos y el Mundial de Clubes ya forma parte del pasado inmediato. Ahora sí, con el plantel ya en Ezeiza y Miguel Ángel Russo al mando, y el plantel en suelo argentino, los objetivos son terrenales pero vuelven a multiplicarse. Porque si bien el Clausura asoma en el horizonte, hay otra parada que el Xeneize debe resolver. Una que había quedado en pausa por el certamen internacional: Boca todavía tiene que jugar la fase que le corresponde de la Copa Argentina.
El partido por los 16avos frente a Atlético Tucumán había quedado en stand by. No por decisión propia, claro, sino por agenda. Entre los entrenamientos, la preparación y el calendario ajustado del Mundial de Clubes, era imposible encajarlo antes del viaje a Miami. Pero ahora, con el torneo FIFA ya cerrado y Boca otra vez de este lado del mapa, el compromiso local vuelve a escena. La organización fue clara: el partido debe jugarse antes del 31 de julio, aunque la fecha exacta aún no está confirmada.
El último Atlético-Boca fue para los tucumanos.
«Fecha a determinar conforme a la participación en el Mundial de Clubes de River Plate y Boca Juniors, estableciéndose como día límite para la disputa de los encuentros aquí antes citados el 31/07», publicó en su momento la cuenta oficial de la Copa Argentina. Y sí, más allá del anuncio, en Brandsen 805 saben que hay poco margen.
Porque Boca necesitará acomodarse primero en el certamen local y hasta esa fecha tendrá que afrontar tres fechas del Clausura. De modo que -si prospera la idea de la organización- el partido por el torneo federal deberá intercalarse en esas semanas.
Un objetivo que no se negocia
La Copa Argentina no es un torneo más. Por historia, por prestigio y porque otorga un pasaje directo a la Libertadores. Boca, que la ganó en cuatro ocasiones (1969, 2011/12, 2014/15, 2020/21), la tiene como uno de los objetivos centrales del semestre. No solo por la estrella, sino también por la chance de asegurarse presencia internacional en 2026, más allá de cómo termine en la tabla anual.
Talleres Boca final de la Copa Argentina 2021 fotobaires
Por eso, mientras Leandro Paredes alista su regreso y Russo empieza a rearmar el equipo con lo que hay, Boca tiene que tachar en rojo ese partido. Porque el Mundial quedó atrás y porque la Copa Argentina todavía está por jugarse.
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