Mientras Boca se preparaba para su crucial duelo frente al Bayern Munich por la segunda fecha del Grupo C del Mundial de Clubes 2025, una jugada ocurrida en Orlando encendió la alarma en la concentración del equipo argentino. Benfica se adelantó en el marcador frente a Auckland City gracias a un polémico penal.
La acción sucedió en el cierre del primer tiempo, cuando el reloj ya indicaba 50 minutos -uno más del tiempo adicionado-. En ese momento, el argentino Gianluca Prestianni, exVélez, encaró en diagonal por el sector derecho del ataque portugués.
Haris Zeb, defensor de Auckland, se tiró al piso en un intento por frenar el avance del juvenil, pero las imágenes evidenciaron que no hubo contacto. Aun así, Prestianni cayó dentro del área y el árbitro qatarí Salman Falahi no dudó: cobró penal sin consultar con el VAR ni revisar la jugada.
La repetición de la transmisión dejó claro que no hubo infracción. Incluso se puede observar cómo el delantero de Benfica ya había superado al marcador y se arrojó sin ser tocado. El desconcierto fue total: los jugadores del equipo oceánico rodearon al juez y protestaron con vehemencia, pero Falahi se mantuvo firme en su decisión y no fue convocado por la cabina del VAR a revisar la polémica acción.
Ángel Di María, que ya había convertido ante Boca desde los doce pasos, se encargó de la ejecución. Con una definición sutil y precisa, similar a la utilizada frente al equipo de Miguel Ángel Russo en el debut, marcó el 1-0 para Benfica justo antes del descanso. El gol fue celebrado con alivio por los portugueses y con bronca por parte del Xeneize, que sabía que un tropiezo de Benfica podía allanar su camino a la siguiente ronda.
La decisión arbitral no solo influyó directamente en el resultado parcial del encuentro, sino que podría tener consecuencias en el desenlace del grupo. Boca está obligado a sumar ante Bayern Munich y ahora depende más que nunca de lo que suceda con Benfica en la última fecha. En el vestuario xeneize la jugada fue recibida con indignación.
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