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Infidelidades, escándalos y un trono. La turbulenta historia de amor de Carlos y Camila, que hace 20 años llegó al altar

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La historia de amor de Carlos III y la reina consorte Camila se cuenta a partir de trascendidos, notas periodísticas, “cuasi verdades” y leyendas. Pocas veces los protagonistas hablaron de su intimidad en público. Durante años vivieron su romance en la clandestinidad y, cuando finalmente pudieron disfrutarlo libremente, se encontraron con la oposición de todos: la prensa, el pueblo, la iglesia… y también algunos miembros de la Familia Real. Sin embargo, hace 20 años, contra todos los pronósticos, llegó al altar.

El príncipe Carlos conoció a Camila Shand en 1970, durante un partido de polo en Windsor Great Park. El heredero al trono de Gran Bretaña tenía 22 años y la joven aristócrata 23. Los biógrafos de la Familia Real cuentan como cierto que Camila rompió el hielo: “Mi bisabuela era la amante de tu tatarabuelo. Siento que tenemos algo en común”, se presentó. Poco después comenzaron un breve romance.

El principe Carlos y Camila Parker-Bowles en una imagen tomada durante un partido de polo en 1973. (Photo by © Hulton-Deutsch Collection/CORBIS/Corbis via Getty Images)Getty – Archivo

Camila no estaba completamente soltera cuando comenzó a salir con Carlos. Estaba en una de las tantas “idas y vueltas” en su noviazgo con Andrew Parker Bowles, un destacado oficial británico que había sido paje de la reina Isabel II, al que todos definían como “seductor y mujeriego”, con quien empezó a salir a fines de los 60.

Hay un dato imposible de soslayar: en una de estos impasses en su noviazgo con Camila, el encantador Parker Bowles sostuvo un amorío con la princesa Ana, hermana de Carlos. Y es aquí, en el principio de la historia, donde nacen las leyendas, las versiones jamás comprobadas ni desmentidas que enriquecen la historia. Distintos biógrafos de la Familia Real sostienen que Camila conquistó a Carlos para vengarse de su novio. Como sea, la relación prosperó.

Tras su breve romance en 1970, la princesa Ana y Andrew Parker Bowles mantuvieron su amistad a través de los años. Comparten la pasión por los caballos y es común verlos juntos en las carreras de Royal Ascot (Photo by Mark Cuthbert/UK Press via Getty Images)Getty Images

En febrero de 1973, Carlos –como oficial de la Royal Navy- fue asignado a la fragata HMS Minerva y destinado al Caribe. Durante la travesía, que se extendió poco más de siete meses, Camila volvió con Parker Bowles y, prácticamente en el mismo acto, anunció su compromiso. Penny Junor, autora de The Duchess: Camilla Parker Bowles and the Love Affair That Rocked the Crown, escribió “Ella misma le escribió a Carlos para contárselo. Le rompió el corazón”.

Camilla Shand y Andrew Parker-Bowles se casaron el 4 de julio de 1973 en The Guards Chapel, en lWellington Barracks. (Photo by Wood/Express/Hulton Archive/Getty Images)Wood – Hulton Royals Collection

Camila se casó con Andrew Parker-Bowles el 4 de julio de 1973. Los novios ofrecieron una recepción en el Palacio de St. James, a la que asistió gran parte de la Familia Real. Tuvieron dos hijos y, entre infidelidades y breves separaciones, sostuvieron su matrimonio durante 22 años.

Tras años de relación intermitente, Camila se casó con Andrew Parker Bowles en 1973GETTY

Carlos conoció a Diana Spencer en 1977, cuando ella tenía solo 16 años. Comenzaron a salir unos años más tarde, cuando compartieron un fin de semana con amigos en una de las propiedades de la Familia Real en Sussex. El recuerdo de su primer beso no es de lo más romántico: hablaban sobre el asesinato de Lord Mountbatten, tío abuelo de Carlos… “¡Y al minuto siguiente, saltó sobre mí, prácticamente”, contó ella en las grabaciones que luego se dieron a conocer en el documental Diana: In Her Own Words.

Carlos y Camila fueron fotografiados en una salida como amigos al teatro en el West End de Londres, en febrero de 1975Getty – Archivo

El 24 de febrero de 1981, Carlos y Diana anunciaron su compromiso. Ella parecía la novia perfecta para el futuro rey de Inglaterra. Semanas antes de su boda, que se concretó el 29 de julio de ese mismo año, Diana descubrió que Carlos aún sostenía un romance con Camila. Así lo contó a su biógrafo, Andrew Morton: “Yo todavía era demasiado inmadura para entender todos los mensajes que me llegaban. Alguien en su oficina me dijo que mi esposo había mandado hacer un brazalete para ella. Entré en la oficina de este hombre un día y dije ‘Oh, ¿qué hay en ese paquete?’. Y él respondió ‘Oh, no deberías mirar eso’. Así que lo abrí y allí estaba el brazalete. Estaba devastada y dije ‘Bueno, él se lo va a dar esta noche’. Así que… rabia, rabia, rabia. Ya sabes: ‘¿Por qué no puedes ser honesto conmigo?‘. Pero no, me ignoró por completo. Era como si hubiera tomado su decisión, y si no iba a funcionar, no iba a funcionar”.

El brazalete que Diana descubrió tenía grabadas las letras G y F, iniciales de “Gladys y Fred”, los apodos que Carlos y Camila había asumido para esconder su relación, inspirados en el programa de radio de la BBC The Goon Show.

El príncipe Carlos y Camila Parker-bowles en una imagen de 1979 (Photo by TIM GRAHAM/Getty Images)Getty Images

Las cintas que Diana grabó para Andrew Morton recrean uno de los momentos más tensos entre las dos mujeres, la esposa y la amante, del príncipe Carlos. Allí cuenta sobre una fiesta, en 1989, cuando interrumpió una conversación entre Camila, Carlos y otro hombre. “Estaba aterrorizada. Dije: ‘Sé lo que está pasando entre tú y Carlos y solo quiero que lo sepas’. “Les dije a los dos hombres: ‘Está bien, muchachos, voy a intercambiar unas palabras rápidas con Camila y me iré en un minuto’. Y subieron corriendo las escaleras como gallinas sin cabeza, y pude sentir, arriba, el infierno desatándose (…) Ella me dijo: ‘Tienes todo lo que siempre quisiste. Tienes a todos los hombres del mundo enamorados de ti y tienes dos hermosos hijos, ¿qué más quieres?‘. Entonces le dije, ‘Quiero a mi esposo’. Y dije: ‘Lo siento, estoy estorbándoles… y debe ser un infierno para los dos’. Pero sé lo que está pasando. No me trates como un idiota’”.

Lady Diana Spencer y Camilla Parker-Bowles en el hipódromo de Ludlow, donde competía el príncipe Carlos, en 1980. (Photo by Express Newspapers/Archive Photos)

Luego trascendió que, íntimamente, con sus amigos, Diana se refería a Camila como “Rottweiler”.

El 9 de diciembre de 1992, el primer ministro John Major anunció que el príncipe y la princesa de Gales se habían separado “amistosamente”.

Durante años, Camilla y Diana mantuvieron una relación cordialArchivo

La grabación tiene fecha cierta: 17 de diciembre de 1989. Cuando filtró a la prensa, cuatro años más tarde, fue reveladora. Llegó para probar que el lamento de la princesa Diana acerca de su matrimonio “de a tres” tenía fundamentos. Su marido no sólo estaba teniendo un affaire: se había enamorado de otra mujer. Sin embargo, la prensa hizo foco en el contenido erótico de la conversación, en los pasajes explícitos. Nadie pudo evitar el caso. Los periódicos más conservadores lo bautizaron “Camillagate”, mientras que los tabloides eligieron un nombre contundente: “Tampongate”. Fue, sin dudas, el escándalo más embarazoso para Carlos. ¿Quién estaba detrás de la grabación? Todos apuntaron a los servicios secretos británicos. La calidad del audio era perfecta.

El diálogo entre los amantes fue publicado en tapa del Sunday Mirror en 1993. Veinte años después, la historia fue recreada en el quinto capítulo de la quinta temporada de The Crown

En sus memorias, Richard Scott, editor del Daily Mirror, escribió que compró la grabación a un vecino de Merseyside, radioaficionado, que se topó con la charla entre Carlos y Camila mientras jugaba con sus equipos. El radioaficionado reconoció la voz del heredero al instante y grabó la conversación. La conservó durante años, sin saber bien para qué. Sólo la hizo escuchar a sus amigos, en reuniones donde lo que importaba era la cerveza. Recién se animó a llevarla a la prensa cuando trascendió el Squidgygate, la escucha de Diana. Cuando supo cuánto habían pagado por el tape, pensó que él también podía hacer un buen negocio. Y lo hizo.

En 1992, finalmente, Andrew Morton publicó Diana: su verdadera historia, un libro incendiario que fue promovido como una biografía oficial de la princesa de Gales. Todo el reino habló de Diana, Carlos… y Camila. Fue el impulso final para que Richard Scott publicase el contenido de las cintas.

Andrew Morton, el biógrafo que tuvo acceso a las confesiones más íntimas de DianaArchivo

El 11 de noviembre de 1992, el Daily Mirror publicó una nota sobre las “llamadas telefónicas secretas del príncipe Carlos”. Los editores fueron soltando líneas del diálogo a cuentagotas. Exprimieron el tema, lo estiraron todo lo que pudieron. Recién en enero de 1993 publicaron la conversación completa. Los súbditos de Su Majestad pudieron escuchar cuando Carlos le dice a Camila que quiere vivir en su ropa interior. Ella le pregunta si piensa reencarnar en un calzón, a lo que él responde que sería mejor reencarnar en un tampón. Justamente, esta es la parte de la conversación sobre la que hicieron foco los tabloides. Había otro tramo, muy breve, que él remata como capocómico de los 80: “Te lleno el tanque”, dice. Vale aclarar que en ningún momento Camilla se siente ofendida. Por el contrario, ríe y acompaña los comentarios de su amante con acotaciones atinadas.

Una encuesta publicada poco después de la grabación telefónica expuso que el 68% de los británicos consideraba que Carlos había empañado su reputación. El 42% pensaba que no debía ser rey jamás, que el príncipe William, de 10 años, debería suceder a Isabel como el próximo monarca.

Recién en 1994 el príncipe Carlos admitió públicamente, en una entrevista televisiva, que engañó a la princesa Diana. El periodista Jonathan Dimbleby le preguntó si fue “fiel” durante su matrimonio. Carlos respondió: “Sí”. Pero hace una pausa y agrega: “Hasta que se rompió irremediablemente. Los dos intentamos salvarlo”. Algunos editores de tabloides tomaron licencias y titularon: “Carlos: engañé a Diana” y “Lady Di tenía razón”.

En enero de 1995, Camila y Andrew Parker Bowles anunciaron que comenzaban a tramitar su divorcio. En el comunicado -que firmaron en conjunto- aseguraban que había poco que los uniera como marido y mujer, “sólo una estrecha amistad y el amor por nuestros hijos”.

Martin Bashir entrevista a la princesa Diana en el Palacio de Kensington para su programa de televisión, Panorama. Allí, la princesa de Gales dijo «Éramos tres en mi matrimonio». (Photo by © Pool Photograph/Corbis/Corbis via Getty Images)Getty Images

Unos meses más tarde, en noviembre de 1995, la princesa Diana concede su entrevista más polémica. Frente a la cámara de la BBC dijo que su instinto de mujer -además de sus amigos más íntimos- le decía que Carlos tenía una doble vida.

-¿Crees que la señora Parker-Bowles fue un factor en la ruptura de tu matrimonio?, preguntó el periodista Martin Bashir.

-Bueno, éramos tres en este matrimonio, así que estaba un poco abarrotado, respondió la princesa.

Finalmente, en agosto de 1996, cuatro años después de anunciar su separación, se concreta el divorcio entre Carlos y Diana.

Ya divorciados, Carlos y Camila se dedican a disfrutar de su amor. En julio de 1997, el príncipe heredero organiza la fiesta de cumpleaños número 50 de su amada en su casa de Highgrove, en Gloucestershire. La reina Isabel II rechaza la invitación. De todas maneras, para la prensa rosa se trató de un acto fundacional: fue el primer movimiento de la pareja ya sin compromisos con terceros. Fue la primera salida tras años de clandestinidad.

Apenas dos meses más tarde, en septiembre, Diana muere en un accidente automovilístico en París mientras era perseguida por un paparazzi. Estaba junto a su nueva pareja, el productor de cine Dodi Fayed, quien también murió en el acto.

Príncipe Felipe, duque de Edinburgo, el príncipe William, Earl Spencer, el príncipe Harry y el príncipe heredero Carlos marchan detrás del ataud de la princesa Diana, el 6 de septiembre de 1997, durante su multitudinaria despedida en Londres.(Photo by Anwar Hussein/Getty Images)Anwar Hussein – Getty Images

La relación entre Carlos y Camila continúa con total naturalidad. Se suceden una serie de eventos que cimientan la relación, sobre los que la prensa hace foco. En agosto de 1999, Carlos y Camila viajan de vacaciones a Grecia con los príncipes Harry y William. En 2000, finalmente, Isabel II asiste a un evento donde se muestra públicamente junto a Camila. En 2003, sin hacer ningún anuncio oficial, Carlos y Camila se mudan a Clarence House, la residencia oficial de Londres.

Una imagen que refleja la complicidad entre el Carlos y Camila (Photo by David Cheskin – PA Images/PA Images via Getty Images)Getty Images

El 10 de febrero de 2005, en Clarence House, los novios anuncian formalmente su compromiso. Y, en el mismo acto, develan la fecha de su boda: viernes 8 de abril en el Castillo de Windsor. “Será día muy especial para nosotros y nuestras familias”, anticipa el príncipe de Gales. Al mismo tiempo, para evitar cualquier lectura maliciosa, los príncipes William y Harry también emiten un comunicado que dice: “Ambos estamos muy felices por nuestro padre y Camila, y les deseamos toda la suerte en el futuro”.

La Casa Real devela una de las grandes dudas que despertó el anuncio: “Se pretende que la Sra. Parker Bowles use el título Su Alteza Real la princesa consorte cuando el príncipe de Gales acceda al trono”. Pero no será así.

Esa noche, el príncipe heredero Carlos y Camilla Parker Bowles, con un anillo en su dedo, hacen su primera aparición pública en el Castillo de Windsor. Vestida con un largo vestido fucsia, Camilla Parker Bowles (siempre usó el apellido de su primer marido) cuenta a los periodistas presentes que el príncipe Carlos se arrodilló para pedirle matrimonio.

Horas después del anuncio de compromiso y boda, Camilla Parker Bowles muestra el anillo que le dio su prometido y cuenta que el príncipe Carlos se puso de rodillas para pedirle matrimonio. (Photo by Anwar Hussein/WireImage)Getty Images

En el anuncio de compromiso y casamiento hubo dos definiciones que no se cumplieron. Primero, la boda de Carlos y Camila se retrasó un día para permitir que el príncipe de Gales y algunos de los invitados asistieran al funeral de Juan Pablo II. Segundo, desde la coronación de Carlos III, Camila fue proclamada “Su Majestad la Reina Consorte”.

Isabel II tardó en dar su apoyo públicamente a la pareja. La idea de que un futuro rey se casase con una mujer divorciada causó controversia. El arzobispo de Canterbury se manifestó en contra de una boda religiosa. Una encuesta reveló que el 70 por ciento de los británicos se oponía al matrimonio. La oficina de correspondencia de Clarence House se llenó de cartas llenas de odio. Ante los ojos del pueblo, Camila era la mala de la historia, la tercera en discordia, quien hizo padecer a la querida Diana, su “princesa de corazones”.

Carlos hizo saber que su relación con Camila no era negociable. Que ya no iba a renunciar a su amor, que no volvería a esconderse. De a poco, con ayuda de expertos en comunicación, torció la opinión pública. Logró que poco más de la mitad de los británicos -de acuerdo a las últimas encuestas- aprueben su relación con Camila y la destaquen como “un triunfo del amor”.

La reina Isabel no asistió a la boda civil en el ayuntamiento de Windsor, al oeste de Londres, el 9 de abril de 2005, pero presidió la ceremonia religiosa (una bendición para la pareja) en la Capilla de Saint George, en el Castillo de Windsor.

Su Alteza Real, el príncipe Carlos, posa en el castillo de Windsor junto a su esposa, Camilla Parker-Bowles, la duquesa de Cornuales. La imagen es la foto oficial del casamiento. (Photo by Hugo Burnand/Pool/Tim Graham Picture Library/Getty Images)Getty Images

En 2023, tras su coronación en la Abadía de Westminster, Carlos III rindió un emotivo homenaje a su reina consorte: “Ha sido mi apoyo incondicional todo este tiempo y le estoy profundamente agradecido”, dijo.

Hoy, en Roma, en una visita de Estado programada hace tiempo, celebran sus Bodas de Porcelana.

08/05/2023 El rey Carlos III y la reina Camila en su primera foto oficial tras la coronación. La Casa Real británica ha publicado este lunes las primeras fotografías oficiales del rey Carlos III y la reina Camila después de la ceremonia de coronación del pasado sábado. POLITICA EUROPA REINO UNIDO CASA REAL BRITÁNICA

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